CUENTO DE NAVIDAD

Hola¡¡¡ En estas fechas tan especiales, seamos o no creyentes, todos nos acordamos de la historia de la Navidad y son muchisimas las representaciones que, por ejemplo, los más pequeños de la familia, hacen en los colegios, actuando delante de sus orgullosisimos padres, familiares y amigos, adquiriendo un protagonismo de primer orden y extendiendo, de paso, un importante mensaje de ilusión, amor, fraternidad, esperanza y convivencia pacífica entre todos. Se trata, al fin y al cabo, de una fiesta generosa, intima y solidaria que procura sacar lo mejor de nosotros mismos, empujándonos para alcanzar aquello que perdimos o parecernos a lo que nos gustaría ser, sin más.

Siguiendo con el hilo de este mensaje, recuerdo con mucho cariño los cuentos de Navidad que leía cuando era un renacuajo y siempre me fascinó aquel de Hans Christina Andersen, titulado: "El soldadito de plomo". Érase una vez que se era...........Recuerdo como si fuera ayer, como me estremecía leer aquel cuento del niño con miles de juguetes que jugaba a las batallas con sus soldaditos de plomo, colocándolos unos enfrente de otros, y como solía disponer en primera linea del frente a uno que estaba mutilado para que fuese el más valiente y determinante. Más tarde, guardaba todos aquellos cachivaches en el mismo cajón desastre y los juguetes por sí solos adquirían vida por la noche, llegando a conocer aquél soldado disminuído a una gentil bailarina entre los que se creó una corriente de simpatía y atracción increible, pero sin atreverse a confesar su amor.

Al amanecer ,el soldado aguerrido, de nuevo colocado en la vanguardia del batallón por aquél inolvidable niño, hacía todo lo posible para demostrarle a su compañera su heroico valor a pesar del miedo que recorría su cabeza y hacía temblar su cuerpo. Hasta que un día, un fuego declarado en el hogar, hizo que la bailarina, colocada junto a la ventana, cayese sobre las llamaradas. El valiente soldadito, asustado y desesperado, se balanceó sobre su propio pedestal, con el fin de rescatarla, pero se precipitó también al suelo encendido, comenzando a fundirse conjuntamente y mezclándose ambos plomos (el del soldadito y el de la bailarina). Desde entonces, ambos estuvieron siempre juntos tal y como el destino los había unido, sobre una sola peana.



Saludos, y felicidad para todos¡¡¡¡

Supongo que los "fósforos salseros" también tienen su especial y muy personal cuento de Navidad preferido y estaría muy bien que los compartieran, haciendo un pequeño resumen para que el resto los leyésemos. Animaros y escribid¡¡¡¡¡¡¡

Mientras tanto, me despido deseándole a toda la fosforera salsera una Nochevieja increible y muy divertida y un año nuevo 2.011 repleto de nuevas (o viejas no cumplidas, al gusto del consumidor) ilusiones, de ingenio, de trabajo, de lucidez, concordia, amistad, cariño, afecto, amor, y SOBRE TODO de bondad. Al igual que sucede con la bondad de los más ancianos que se conoce en el amor que derraman sobre las vidas nuevas, espero y deseo, salvando las distancias, que esas mismas atenciones y transmisión de la ilusión por bailar y por conocer, se transmita también de las más antiguas a las más recientes generaciones de salseros/as. En ello nos va la vida salsera y nada tendría sentido¡¡¡¡¡¡¡¡¡


Feliz 2.011 para todos y recordar que LA SALSA LLAMA A LA SALSA, SALSEROS SI LLAMAN.............................YO VENGOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO...............SALSEROS SI LLAMAN..................YO VENGOOOOOOOOOOOOOOO.


Saludos, en libertad.